Grandes Experiencias
Hace un mes que regresé de Perú, allí asistí al Primer Encuentro Internacional de Origami Cusco 2007. Esta es la segunda convención internacional a la que asisto luego que decidí abrirme al mundo de esta actividad. Me tocó conocer gente maravillosa y sorprenderme como sólo los viajes pueden sorprender y revolcar el mundo interior del ser humano.
Gente como el Nicaragüense Aldo Marcell, quién en su soledad y convicción ha desarrollado figuras increíbles y un espíritu impresionante para entender la representación y la naturaleza. Su trabajo como botánico y su fascinación por la observación de los seres vivo (incluidos nosotros) me permitió encontrar una estética muy completa y equilibrada al interior de una persona un poco tímida pero muy reflexiva. Por ejemplo aquí podeis ver una de sus estrellas modulares y un vistazo a la mesa que compartió co Beatriz y Meri en la exposición del encuentro.
También conocí a Diego Quevedo, de Colombia, resolvedor de CPs, dueño de una personalidad afectiva y honesta, un gran amigo que espero pueda venir a Chile en febrero, aquí el taller que dió en Cusco.
Y luego estaban los chicos de Origami Cusco, Antarki, Roy, Omar, Johnathan (y los que se me van), una pandilla con la que me sentí muy a gusto. Hiperactivos y con sentido del humor jajaja. Es sorprendente la juventud de todo el grupo allá en Cusco, sin embargo sus trabajos estaban al más alto nivel. Me dió un poco de risa que esperaran que yo fuera algo así como una celebridad o una especie de experto :) También debo reconocer que me preocupó al principio esa diferencia de edades que existía entre nosotros (los invitados) y ellos, pero de a poco y con una buena dosis de "chacota" como decimos acá en Chile, todos nos sentimos parte de la misma experiencia y la disfrutamos en la máxima capacidad. Su entusiasmo y la naturalidad con la que encaraban cada desafío me empujaron a renovar mis votos y a mirar hacia adelante de un año que ha sido especialmente difícil y donde, curiosamente, mi práctica del origami a explotado y ha conquistado un lugar importante de mi presente.
aquí parte de la pandilla...
Hace diez años que había viajado a Cusco, entonces era un universitario dispuesto a vivir la vida a full y aquel viaje fue una de las mejores experiencias de mi vida; estoy muy feliz que este regreso me permitiera darme cuenta de que, aunque un poco más viejo y más triste, la vida se me presenta igual que entonces, llena de belleza, humor, emociones y personas. Un especial saludo a Roberto Romero, un hombre que se arriesga por lo que cree y que pone su propio ser en la línea a la hora de materializar sus visiones y proyectos. Su organización de este encuentro fue impresionante y a prueba de fallas y me permitió conocer un aspecto del origami tan importante como generalmente olvidado: su acción social.
Comencé esta actividad como algo personal e incluso un poco egoísta, a veces nos dejamos llevar por nuestro ego y llevamos nuestros desafíos a tratar de conseguir la excelencia y la perfección en nuestros plegados. Y este encuentro justamente nos tiró un cable a tierra, dimos talleres a diario, desde escuelas llenas de niños hasta señoras en procesos de recuperación. Me enfrenté a la realidad de que me cuesta el trato enseñando, no guardo en memoria figuras sencillas y efectivas para los que recién están interesados en aprender, tuve que aprender en el pasillo (gracias a Pato Kunz) una o dos cosas que enseñar; la experiencia de enseñarlas, sin embargo, Pato no podía mostrármela. Fue a la vez algo hermoso y difícil.
El Origami es un arte, ya que es una representación, un lenguaje con el cual representar, sin embargo también es terapia y es juego, eso no se puede olvidar, eso ayuda a mucha gente, así como nos ayuda a nosotros mismos, y es magia también, es sacar una paloma de una hoja de papel, es fabricar un pingüino de la nada y hacer que una persona sueñe con pingüinos y fantasías. Eso fue lo mejor y también lo más difícil de este gran encuentro, una verdadera lección que espero aprovechar.
Un gran saludo también a los amigos de Bolivia, con uno de ellos compartimos una noche de botellas tripartita (Chile, Perú y Bolivia) ja, secos y peinados...
he publicado las pocas imágenes que rescaté de mi cámara, también pueden visitar el sitio de Origami Cusco, ahí verán las maravillosas figuras y momentos que pasamos en Perú.
Gente como el Nicaragüense Aldo Marcell, quién en su soledad y convicción ha desarrollado figuras increíbles y un espíritu impresionante para entender la representación y la naturaleza. Su trabajo como botánico y su fascinación por la observación de los seres vivo (incluidos nosotros) me permitió encontrar una estética muy completa y equilibrada al interior de una persona un poco tímida pero muy reflexiva. Por ejemplo aquí podeis ver una de sus estrellas modulares y un vistazo a la mesa que compartió co Beatriz y Meri en la exposición del encuentro.
También conocí a Diego Quevedo, de Colombia, resolvedor de CPs, dueño de una personalidad afectiva y honesta, un gran amigo que espero pueda venir a Chile en febrero, aquí el taller que dió en Cusco.
Y luego estaban los chicos de Origami Cusco, Antarki, Roy, Omar, Johnathan (y los que se me van), una pandilla con la que me sentí muy a gusto. Hiperactivos y con sentido del humor jajaja. Es sorprendente la juventud de todo el grupo allá en Cusco, sin embargo sus trabajos estaban al más alto nivel. Me dió un poco de risa que esperaran que yo fuera algo así como una celebridad o una especie de experto :) También debo reconocer que me preocupó al principio esa diferencia de edades que existía entre nosotros (los invitados) y ellos, pero de a poco y con una buena dosis de "chacota" como decimos acá en Chile, todos nos sentimos parte de la misma experiencia y la disfrutamos en la máxima capacidad. Su entusiasmo y la naturalidad con la que encaraban cada desafío me empujaron a renovar mis votos y a mirar hacia adelante de un año que ha sido especialmente difícil y donde, curiosamente, mi práctica del origami a explotado y ha conquistado un lugar importante de mi presente.
aquí parte de la pandilla...
Hace diez años que había viajado a Cusco, entonces era un universitario dispuesto a vivir la vida a full y aquel viaje fue una de las mejores experiencias de mi vida; estoy muy feliz que este regreso me permitiera darme cuenta de que, aunque un poco más viejo y más triste, la vida se me presenta igual que entonces, llena de belleza, humor, emociones y personas. Un especial saludo a Roberto Romero, un hombre que se arriesga por lo que cree y que pone su propio ser en la línea a la hora de materializar sus visiones y proyectos. Su organización de este encuentro fue impresionante y a prueba de fallas y me permitió conocer un aspecto del origami tan importante como generalmente olvidado: su acción social.
Comencé esta actividad como algo personal e incluso un poco egoísta, a veces nos dejamos llevar por nuestro ego y llevamos nuestros desafíos a tratar de conseguir la excelencia y la perfección en nuestros plegados. Y este encuentro justamente nos tiró un cable a tierra, dimos talleres a diario, desde escuelas llenas de niños hasta señoras en procesos de recuperación. Me enfrenté a la realidad de que me cuesta el trato enseñando, no guardo en memoria figuras sencillas y efectivas para los que recién están interesados en aprender, tuve que aprender en el pasillo (gracias a Pato Kunz) una o dos cosas que enseñar; la experiencia de enseñarlas, sin embargo, Pato no podía mostrármela. Fue a la vez algo hermoso y difícil.
El Origami es un arte, ya que es una representación, un lenguaje con el cual representar, sin embargo también es terapia y es juego, eso no se puede olvidar, eso ayuda a mucha gente, así como nos ayuda a nosotros mismos, y es magia también, es sacar una paloma de una hoja de papel, es fabricar un pingüino de la nada y hacer que una persona sueñe con pingüinos y fantasías. Eso fue lo mejor y también lo más difícil de este gran encuentro, una verdadera lección que espero aprovechar.
Un gran saludo también a los amigos de Bolivia, con uno de ellos compartimos una noche de botellas tripartita (Chile, Perú y Bolivia) ja, secos y peinados...
he publicado las pocas imágenes que rescaté de mi cámara, también pueden visitar el sitio de Origami Cusco, ahí verán las maravillosas figuras y momentos que pasamos en Perú.
1 comentario:
Las tradiciones Orientales siempre me gustaron y disfruto de ellas tanto las culinarias como las artísticas. Por eso cuando consiga los Vuelos a Cusco voy a disfrutar de ir a restaurante Oriental
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